Espinacas, una campaña por la expansión.
Las espinacas: ni los expertos en botánica han logrado establecer su origen, la hipótesis más acertada es que su forma original silvestre provenga del suroeste asiático. No fué sino hasta el siglo XI d.C. que la invasión musulmana las introdujo en la Península Ibérica; allí su cultivo se mantuvo en aislamiento a causa de los conflictos entre el viejo continente y la campaña de expansión árabe por el dominio.
Gracias a la reconquista de los territorios durante las Cruzadas, su cultivo inició lentamente a propagarse y, a partir del siglo XV, se expandió hacia Holanda, Inglaterra y Francia continuando así su viaje a través el continente. A su vez y vanamente (pues durante siglos no fué producto popular ni integrante de la dieta alimenticia del Nuevo Mundo) los europeos la llevaron al continente americano. Sus excelentes propiedades nutritivas fueron apenas acertadas en el siglo XX lo cual marcó la diferencia (finalmente) ya que contribuyó a la expansión de su consumo . Y no olvidemos que no es extraño si en la niñez nos resistíamos particularmente a comerlas: ¡había que llamar a Popeye el marino!
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espinacas
Atún y Espinacas
Ingredientes
2 tomates
perejil
ajo
1 k de espinacas
1 taza de leche
3 lonchitas
100 gr de mantequilla
especias (romero, ajo, salvia, pimienta, timo, clavos de clavel...)
aceite extra de oliva
Preparación
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Sofreir las espinacas con la leche y las especias hasta su completa cocción.
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Escurrirlas, ponerlas en un sartén a fuego lento para reducir el líquido en exceso.
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Agregar las lonchitas y mezclarlas hasta su completa absorción, luego la mantequilla.
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Sofreir el atún con aceite de oliva, ajo y perejil.
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Agregar los tomates aplastándolos con las manos directamente en la cazuela.
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Dejar a fuego lento hasta que el líquido se adense.